viernes, 4 de enero de 2008

CONTÉMONOS CUENTOS: Una cena mágica

"Intenté relacionarlos entre sí, pero no encontraba ningún sentido a todas aquellas palabras."

El tiempo y las ganas me llevaron a seguir dando vueltas a aquellos extraños mensajes que habían llegado a mis manos. No sabía bien porqué, pero debía hacer algo con ellos. Siete mensajes distintos, con la única relación entre ellos de encontrarse en mis bolsillos fruto de mi curiosidad, quizás de mi ávida imaginación, quizás de mis ganas de encontrar siempre algo mágico a mi alrededor...
Casi no pude dormir esa noche, me sentí ridículo por dar tanta importancia a algo simplemente casual, pero como he dicho, creo en la magia (soy el resucitador oficial de hadas, porque nunca dejé de creer en ellas), así que en esa estraña duermevela encontré una solución a mi dilema.
Se acercaba la noche de Reyes, noche en la que aún creo por supuesto, y decidí que la mejor forma de encontrar un vínculo común para aquellos mensajes era regalarlos.
Me pasé todo el día en la cocina, preparando una cena especial que compartir y que disfrutar con mis amig@s, pero sobre todo creando unas pequeñas empanadillas, al estilo japonés con mensaje dentro. Cada una de ellas llevaría uno de esos mensajes, un regalo mágico para cada un@ de mis amig@s, seis en concreto, conmigo siete, para mantener la magia.
La cena transcurrió entre risas y buenos recuerdos. Y a la hora del postre dispuse las siete empanadillas de la "suerte", en un plato adornado para la ocasión. Advertí a mis amig@s que dentro de aquellas pequeñas empanadillas había un mensaje que les diría algo de su pasado, de su presente o de su futuro (había llegado a creer que en realidad hablaban de mi, pero decidí que era mejor pensar que simplemente habían aparecido para que pudiese compartirlos), y por supuesto que no eran más que un regalo sin valor gastronómico, es decir, que no se los podían comer (más que nada porque los papeles los había encontrado en el metro y no deseaba ninguna gastritis para nadie de aquella mesa). Cada un@ debía leerlo en alto y tratar de explicar el significado que tenía para él o para ella.
Es así, como de aquella cena y aquellos mágicos mensajes que llegaron a mis manos, surgieron siete historias, unas más lúcidas, otras más jocosas, otras esperanzadoras o esclarecedoras... Pero curiosamente, o quizás estaba escrito así desde el principio, cada uno encontró la explicación a cada uno de los mensajes que habían llegado a mi y que tuve la necesidad de compartir.
La primera en hablar fue María José... su empanadilla de la suerte le había mostrado un mensaje que enseguida supo relacionar con su propia vida...


[Escrito a partir de la última frase del cuento PAPEL PALABRA]

7 comentarios:

Rulos dijo...

uyyy.. escribimos a la vez...!!

kolorehada dijo...

JAJAJAJ QUE BUENO...

kolorehada dijo...

por cierto.,

María José soy yo??

Txato Martín dijo...

Cómo me gusta todo esto!!!

Me está encantando...
BIENVENIDA TOA LA HENTE!

Y que sea más gente bienvenida! aquí cabemos más de seis!!!

Por cierto, me encantaría hacer una cena de esas en las que me regalen notitas escondidas en una empanadilla... Todo tiene sentido si se lo prestas.

besos para la gente!

Andrés dijo...

Para la proxima cena con empanadillas con sorpresa estás invitado Txato. Un abrazo

Txato Martín dijo...

Muchas gracias Andrés, iré encantado.

Un abrazo gordo

Rosario dijo...

pregunto: la cena con empanadillas sorpresa, ¿se podrá meter en un paquete de FedEx y mandar a unos... emmm... 14.000 km???

ja, es que no me la querría perder!!!

abrazos

ro