Reina. Fui Reina de la energía. Poderío. Innovación.
Fui pureza carbónica. Salud. Riqueza. Innovación.
Fui arte en llama. Azul de sangre y de calor. Innovación.
Fui inalcanzable. Hija de un oleoso poderoso. Licuada y almacenada.
Fui sonora. Profesada. Profetizada y musical.
Fui poderosa en las ciudades, en los rincones, en las casas, en las tascas. Fui.
Y ahora, soy butano. Hidrocarburo abandonado. Reemplazada. Olvidada. Anaranjada.
Soy un momento del día. Un momento del ruido. Un recipiente sórdido y oscuro.
Mis hermanos me abaten el poder. Me destronan y destituyen. Soy única e inocente.
Soy sola, ahora, apagada. Abandonada. Anaranjada. Y fría. No hay sangre azul calurosa en mí.
No estoy licuada. Estoy abandonada. No hay energía. Sólo, fuera de mí.
Canto a lo alto de mi cabeza, donde aún tengo la entrada, que si alguien se apiada de mí, que licue una canción. Porque sólo el sonido de la música haría que, mi vida sea como lo que viví yo.
[Pobre bombonita de butano... la verdad es que yo aún las necesito, pero es que el gas natural, le está comiendo el terreno... Esa fotografía me ha dado ternura y he querido hacer un homenaje a mi fuente de calor en el hogar. El butano. Besitos mi gente]
domingo, 13 de enero de 2008
CUÉNTAME UNA IMAGEN: Canción al destrono
Publicado por
Txato Martín
en
12:59
Etiquetas: Cuéntame una imagen
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3 comentarios:
jajaj. claro que si!!!
en esta casa de pueblito en la que vivo todavía hay butano también, y parece como raro ver estas bombonas...
Yo las había olvidado, pero me reencontré con ellas y es que se las pilla cariño, eh. Si no fuese por ellas...
y que me ha encantao tu historia!!!!
Increible tu historia txato, dan ganas de ser bombona de butano y todo. Sinceramente prefiero el gas natural, no te deja a medias en una ducha (a mi me pasaba siempre), pero tienes razón en que inspira más una bombona naranja que el calentador del gas natural. Gracias por tu relato
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